Houston Methodist suspendió a 178 trabajadores que no habían recibido la dosis, dándoles dos semanas adicionales para demostrar que lo habían hecho. De ese número, solo 25 lo hicieron
Más de 150 trabajadores de la salud que no cumplieron con el mandato obligatorio de vacunarse contra el COVID-19 impuesto por un hospital en Houston (Texas) fueron despedidos o renunciaron, luego de que un juez federal ratificara la validez de la normativa sanitaria.
Houston Methodist, uno de los primeros sistemas de salud en requerir las vacunas contra el coronavirus, despidió y aceptó las renuncias de 153 trabajadores el martes, dijo la portavoz Gale Smith, quien negó a especificar de ese número cuántos fueron despedidos y cuántos renunciaron.
El sistema hospitalario anunció el 1 de abril que los empleados necesitarían vacunarse para mantener sus trabajos. Si bien 24.947 trabajadores se vacunaron antes de las fechas límite, Houston Methodist suspendió a 178 trabajadores que no lo habían hecho el 7 de junio, dándoles dos semanas adicionales para demostrar que habían sido vacunados. Veinticinco de esos empleados se vacunaron, dijo Smith.
A principios de este mes, un juez federal desestimó una demanda presentada por uno de esos empleados, Jennifer Bridges, una ex enfermera que alegó que la política era ilegal y obligaba a los empleados a ser “conejillos de indias”, ya que las vacunas que no habían pasado supuestamente por la totalidad del proceso de aprobación por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su siglas en inglés). La FDA ha autorizado tres vacunas contra el coronavirus para uso de emergencia, luego de rigurosos ensayos clínicos en los que participaron decenas de miles de personas, y tanto Pfizer como Moderna han solicitado la aprobación total para sus vacunas.
“Esto no es coerción”, escribió el 12 de junio la jueza federal de distrito Lynn Hughes, designada por Ronald Reagan. “Houston Methodist está tratando de hacer su oficio que es el de salvar vidas sin transmitirles el virus de COVID-19. Es una decisión tomada para mantener el personal, los pacientes y sus familias están más seguros“.
El director ejecutivo de Houston Methodist, Marc Boom, aplaudió el fallo en un comunicado y dijo que “los empleados y los médicos toman sus decisiones por nuestros pacientes, que siempre están en el centro de todo lo que hacemos”.
Bridges, que apeló la decisión, dijo el martes que ya había aceptado un nuevo trabajo en una empresa privada de personal de enfermería que la había contratado. Se negó a especificar el nombre de la empresa, citando el riesgo de represalias profesionales contra ella.
“Ellos nos apoyan, quieren ayudarnos y se sienten cómodos con lo que estamos haciendo”, dijo Bridges, y agregó que algunos de sus antiguos compañeros de trabajo de Houston Methodist pueden unirse a ella allí.
Desde que Houston Methodist anunció por primera vez el mandato de la vacuna, el sistema de salud ha sido atacado por medios conservadores. Bridges dijo que había programado una protesta frente a una de las instalaciones de Houston Methodist este fin de semana, promoviéndola en una aparición la semana pasada en Infowars, un sitio web que con frecuencia ha amplificado afirmaciones de conspiración infundadas.
“Voy a estar contigo allí. Todos deberían venir a esto”, le dijo el fundador de Infowars, Alex Jones, enmarcando la protesta como la “punta de lanza” contra los mandatos de vacunas.
Un número creciente de organizaciones de atención médica ha optado por imponer mandatos de vacunas, incluida la mayoría de los hospitales en Washington D.C. y Maryland. El sistema de salud de la Universidad de Pensilvania anunció el mes pasado que requeriría que sus aproximadamente 44.000 empleados y personal clínico fueran vacunados para septiembre, acreditando el ejemplo de Houston Methodist.
Smith, de Houston Methodist, dijo que sus directivos no se arrepienten de la política, a pesar del escrutinio nacional. “Los pacientes siempre son lo primero, y eso es lo que siempre ha sido”, dijo Smith.
(c) 2021, The Washington Post