Oswaldo Muñoz, quién falleció en Madrid, España, fue un luchador por el deporte, cómo todos los integrantes de su familia, denominada LA MUÑOCERA.

OMAR, omer «Chicho», Omer «Rafito», Oswaldo, Oberto y Oslando, llevaban el deporte, y sobre todo el béisbol, en la sangre.

Todos practicaron, y en buen nivel, el pasatiempo preferido de los venezolanos y en este caso de los zulianos.

Los que más destacaron fueron «Rafito», que fue técnico, de los buenos, en la pelota zuliana y por años trabajó como scout de los Marineros de Seattle, y Oslando, quien estuvo a punto de firmar con los Tiburones de La Guaira.

Posteriormente se graduó de Periodista y fue uno de los mejores redactores de béisbol de Venezuela.

Oswaldo, quien se graduó de Licenciado en educación, no tuvo mucha suerte como jugador y por ello se dedicó a ser dirigente.

Por años fue presidente de la Asociación de Béisbol del Zulia y con esa astucia y sapiencia, se ganó el aprecio de peloteros, dirigentes, autoridades deportivas y de los periodistas.

Sabía hablar y convencer, lo que llaman en criollo, tenía labia.

También fue ejecutivo del equipo de baloncesto Gaiteros del Zulia.

A mí, cuando yo era reportero, primero de Él Regional del Zulia y luego de Panorama, me llamaba o me visitaba en el periódico, siempre con una foto de él, con saco y corbata y me decía, » Te voy a dar una información y aquí tenéis la foto, si la nota no cabe no importa, pero mete la fotico, por favor. Ya sabéis arriba y a la derecha».

Cuando salió de Gaiteros, se asoció con el periodista Carlos Zabaleta, padre, y se pusieron la tarea de lograr una franquicia para la expansión de la pelota Venezolana.

Ya se rumoraba que en Oriente estaban trabajando en ello.

Se reunieron todas las veces posible con la gente de Oriente y mientras tanto comenzaron a mover sus contactos en Cabimas.

Lo primero era tener un estadio y en la Costa Oriental del Lago estaba el «Víctor Davalillo».

En ese tiempo finales de los 80 y principios de los 90, el alcalde de Cabimas era Hernán Alemán, un amante fiel del deporte, al punto que elt mismo dirigía al equipo de ciclismo del ayuntamiento cabimense.

CON la labia de Oswaldo y Zabaleta, además de un proyecto genialmente concebido, lograron el apoyo del alcalde, para reacondicionar el estadio y lograr el financiamiento con los empresarios privados.

El trabajo fue arduo y metódico, pero dio sus frutos y para la temporada 91-92, se agregaron al Circuito de la pelota profesional de Venezuela, los Caribes de Oriente y Petroleros de Cabimas.

Este último tenía de propietarios a Oswaldo Muñoz y Carlos Zabaleta, pero no había suficiente dinero para tan grande empresa.

Allí surgieron los churupos del empresario Alberto «Beto» Final, quien para complacer a su hijo Andrés, puso el dinero posible.

Para ese tiempo los Finol ya habían invertido en la Costa Oriental del Lago, con el diario El Regional del Zulia

Ese fue otro de los grandes logros de Oswaldo, quien posteriormente se estableció en Miami y fundó el diario El Venezolano y hasta un canal de Televisión.

Hoy Oswaldo viajó al cielo, para estar en el Reino de Dios, pero muchos son los proyectos de desarrolló y estableció, para beneplácito de su familia y amigos y también de los aficionados a la pelota