Hay sectores del chavismo convencidos de que hay que negociar con la oposición y la comunidad internacional algún tipo de transición que le permita al país destrabar la crisis política y económica, y a ellos sobrevivir políticamente.
Esos sectores creen que -salvo un pequeño grupo de “insalvables” como Maduro, Diosdado y algunos otros culpables de crímenes de lesa humanidad- el chavismo puede sobrevivir y ser un una fuerza política con vocación de poder y arrastre popular. Consideran que la “herencia política” que les dejó Chávez, aunque ha sido malbaratada por Maduro, Diosdado y otros, aún puede dar frutos electorales por muchos años, al estilo del peronismo en Argentina.
Esos sectores, además, tienen coincidencias con sectores que se han deslindado de la oposición y de Guaidó, como Henry Falcón y Avanzada Progresista, Felipe Mujica y el MÁS, Enrique Ochoa Antich, entre otros.
Todos esos sectores coincidieron en que la transición es con la fuerza armada o lo que queda de ella, más o menos como está desestructurada hoy.
Hay muchos nombres conocidos en esos sectores del chavismo, que tratan de persuadir a las bases de la necesidad de una transición. Héctor Navarro, Rodrigo Cabezas, Ana Elisa Osorio, Oly Millán, Nicmer Evans, Marea Socialista, los grupos que apoyan a Miguel Rodríguez Torres, la gente de Aporrea, Rafael Ramirez, Jorge Giordani, Elias Jaua, Claudio Fermín, Javier Biardeau, entre otros.
Juan Barreto y la gente del partido REDES incluso lanzan por redes sociales este fin de semana un video animado que explica su visión de la transición (no la comparto, pero es interesante), y me dicen que el mensaje “rueda bien” entre chavistas duros.
Ahora, así como comparto con ustedes esta información, también les digo que, en mi opinión, los esfuerzos del chavismo disidente se estrellarán contra el muro que han construido Maduro, Diosdado, narcosoles, cubanos y esbirros del régimen: totalmente cerrados a cualquier negociación que implique ceder el poder.
Amanecerá y veremos…
Coromoto Díaz
Quito-Ecuador
