La venezolana Daniela Aponte cometió el error de decir en un directo de Instagram que “en Panamá -donde está residiendo- hay demasiada gente bruta”. La polémica no se quedó en las redes, sino que llegó a instancias del gobierno. Migración emitió un comunicado señalándola directamente y diciendo que podría ser deportada del país. ¿Realmente es para tanto? ¿Realmente merece ese trato una joven de 18 años que cometió un simple error?
La vida de Daniela Aponte cambió de la noche a la mañana por una serie de comentarios que hizo en un directo en Instagram el pasado viernes. Esta venezolana de 18 años que reside en Panamá no es cantante, ni empresaria. No es ningún tipo de personaje público. Ni siquiera una influencer. Pero dijo lo siguiente:
“En Panamá hay demasiada gente bruta”.
“En Venezuela siento que hay más gente inteligente, sólo que el gobierno lo agarró un bruto”.
“Lo único que está bueno en Panamá es el dólar”.
No sentaron bien estos comentarios a los panameños, que pronto contactaron con la chica para insultarla. “Zorra”, “asquerosa”, “espero que te mueras”, “perra”, “lárgate para tu país”…
Decenas de insultos le llegaron a su bandeja de mensajes. De hecho, un usuario llegó a enviarle una fotografía con una pistola, acompañándolo con un mensaje amenazante: “Deja que te coja”. La chica compartió todas estas amenazas.
Pero la polémica trascendió Instagram y se convirtió en polémica de Estado. Migración Panamá publicó el sábado un comunicado que decía lo siguiente:
Hacemos un llamado de atención a la ciudadana venezolana que emitió ofensas contra los panameños, y recordamos a las personas extranjeras la importancia de respetar las leyes del país.
“El Servicio Nacional de Migración hace un llamado de atención a la joven, de nacionalidad venezolana, que en redes sociales profirió epítetos denigrantes contra el pueblo panameño. Este llamado de atención se enmarca en el ambiente de respeto que debe imperar de parte de todo ciudadano de otro país, que se encuentre en territorio de la República de Panamá, tal cual lo establecen las leyes panameñas”.
Migración citó el Decreto Ley 3 de 2008: “Las personas extranjeras que se encuentren en el país, tendrán la obligación de cumplir con las leyes, la moral y las buenas costumbres, y de no hacerlo, sus acciones acarrearán distintas sanciones atendiendo a la gravedad de los hechos. Estas sanciones podrán acarrear hasta la cancelación de cualquier proceso migratorio e incluso la deportación de la persona”.
Por lo anterior, Migración Panamá está estudiando “las implicaciones legales a las que podría someterse la ciudadana venezolana que realizó estas lamentables declaraciones”.
La sorpresa de la comunidad venezolana en Madrid
Mientras las autoridades panameñas discuten el estatus de la migrante venezolana, en Madrid la polémica ha causado sorpresa. Sorpresa en primer lugar por la emisión del comunicado.
El diplomático venezolano Fernando Gerbasi dijo que “Esto no es una declaración. El comunicado es racista y xenófobo. Migración no tenía que mencionar a ‘una ciudadana venezolana’ porque la expone al escarnio público”.
No obstante, Gerbasi recordó que “el extranjero debe respetar las leyes del país que lo acoge”.
La diputada de la Asamblea Nacional en el exilio, Dinorah Figuera, expuso una visión similar a la de Gerbasi. “Respetamos las leyes de Panamá y es nuestro deber ciudadano vivir bajo normas de convivencia. Sabemos de la responsabilidad individual que tenemos todos. No comparto la opinión de la joven venezolana que se ha disculpado en las redes. Pero también sacar un comunicado para una actuación individual me parece desbordado”.
En este sentido, la diputada explicó que en Panamá “la mayoría de los venezolanos ha llegado a trabajar y a querer al país que les da oportunidades”. También señaló que hay que ser empático, y conocer cómo se expresan los jóvenes por redes sociales.
El representante en Madrid del partido venezolano Un Nuevo Tiempo, Ysrrael Camero, también fue crítico con la reacción de Migración Panamá. En este caso, se mostró sorprendido no sólo por el comunicado, sino por su redacción.
Camero dijo a este diario: “Siempre me ha incomodado la noción de ‘la moral y las buenas costumbres’ porque abre paso a la interpretación arbitraria de quien tiene el poder. Por tanto, esto no es argumento para expulsar”.
El respeto
Pese a todo, otro diputado de la Asamblea Nacional en el exilio recordó al que: “Cuando se está en casa ajena, hay que ser prudente. La ley no admite ignorancia y por eso hay que ser cuidadoso en el uso y costumbres de los países, porque se pueden cometer errores costosos por ignorar leyes”.
Por su parte, Daniela Aponte ya ha pedido disculpas, y publicó un vídeo en Instagram contando su versión de lo sucedido. Dijo que estaba realizando un directo en su cuenta. Un directo en el que no había más de 30 personas. De repente, un muchacho se molestó con ella.
“Se molestó conmigo porque no opinaba lo mismo que yo sobre la magia”, dijo Aponte.
A raíz de esta discusión, “entraron 400 personas [al directo de Instagram] a atacarme e hice el comentario que hice. Me expresé mal. Quiero pedir disculpas por eso. Yo jamás he estado en contra de los panameños. Acá vivo. Muchos nos han abierto las puertas para todo. Tengo una hermanita panameña. Pero he recibido amenazas de muerte y sólo quise referirme a las personas que me estaban atacando”.