El club catalán convive con una delicada situación financiera que se acentuó tras la partida de la Pulga
La consultora “Brand Finance” estimó que con la salida de Messi (obligada por el club, porque el jugador no quería marcharse y aceptó reducirse su salario en todo lo que el club le sugirió), el Barcelona perdería hasta el 11 por ciento de la marca que se estima hoy en un valor de 1266 millones de euros, ubicándose aún como la segunda entre todos los equipos de fútbol del mundo y apenas por detrás del Real Madrid (1276 millones), aunque en cualquier momento podría caer detrás del Manchester United, hoy tercero con una valoración de 1130 millones.
Esto no es sólo privativo del Barcelona, porque algo similar (o peor) le ocurrió al Real Madrid en 2018 cuando el portugués Cristiano Ronaldo (considerado como la máxima figura del equipo desde los tiempos de Alfredo Di Stéfano en los años cincuenta y sesenta) se marchó a la Juventus y la marca disminuyó un 19 por ciento.
Apenas por el rubro de los ingresos comerciales, el Barcelona sufriría una pérdida de 77 millones, otros 17 millones serían por la pérdida de ventas en los días de partido (rubro conocido como Matchday) y otros 43 millones, en ventas de camisetas, de las que un 80 por ciento correspondían al argentino, y ya el club las tuvo que retirar del mercado, así como quitó su gigantografía del estadio. Por otra parte, se calcula una caída de 40 millones por abonos de plateas para ver al equipo en el estadio porque 26.238 socios se retiraron esta temporada (incluso antes de que se produjera la salida de Messi del club), por lo que de un total anterior de 83.500 se pasará a otro mucho más reducido de 57.262, lo que ya se vio reflejado en los primeros partidos de la temporada en condición de local.
Si la venta de camisetas va en picada, peor situación es la que tendrá el Barcelona a partir de la temporada 2022/23 porque la empresa japonesa Rakuten, auspiciante principal de la indumentaria y que aporta 30 millones en 2021/22 y que ya dejó 250 millones en las arcas del club en los últimos cinco años (por la pandemia y por Messi disminuyó desde los 55 millones de años anteriores), anunció que se retirará el 30 de junio próximo.
Sin nuevo sponsor a la vista, a Rakuten se le suma la anunciada salida de Beko, auspiciante de las mangas de la camiseta. Hasta el momento, los auspiciantes aportan un total de 180 millones anuales y la comisión directiva entrante ya manifestó que quiere tratar de llegar a los 250 en esta temporada como para ir paliando el enorme agujero negro, a sabiendas de que la salida de Messi significa perder un tercio de los ingresos directos e indirectos del club según varios de los estudios consultados, y que a su vez indican que estas previsiones se complicaron para los próximos meses.
Por ejemplo, Marc Ciria, uno de los principales consultores del Barcelona y perteneciente a la empresa “Diagonal Inversores” afirma que “a partir de ahora, para mantener a los patrocinadores tendrá más importancia la competitividad del equipo que los nombres. Messi les aportaba un relato y ahora se han quedado sin él” y si bien se puede pensar en el futuro en otros jugadores emblema como Ansu Fati o el recién llegado Memphis Depay, todo indica que no llegarán al nivel de lo que fue el argentino en cuanto a atracción para los auspiciantes en el corto plazo.
Según los consultores, el Barcelona no debería descartar la opción de renegociar a la baja el contrato por el auspicio de la camiseta con Rakuten y hasta considerar otras salidas como la de convocar a empresas de compraventa de criptomonedas, un sector muy especulativo y de riesgo variable con el que la dirigencia “culé” no se siente muy cómoda.
Otro problema que aparece en lo inmediato es la relación con “Nike”, que puso como fecha límite el mes de octubre para saber cuál es el nombre del nuevo patrocinador principal de la camiseta desde el 1 de julio de 2022.
“El Barcelona ha felicitado esta semana a través de sus redes sociales a un jugador del PSG por haber superado a Pelé como máximo goleador sudamericano con la selección de Argentina”, ironizó días pasados Alberto Masnou, en su columna del diario deportivo catalán “Sport”.
El periodista sostuvo que la marcha de Messi “duele en lo más profundo del corazón barcelonista porque el club catalán ha dejado de estar en el epicentro del mundo futbolístico. Ahora incluso el Barꞔa debe mirar a París o a Buenos Aires. Hoy, el aficionado de Hong Kong, Australia, Malasia, USA o Senegal han dejado de estar pendientes del Barcelona, ha perdido interés por el club, que, gracias a Leo, se convirtió en el más grande del mundo”.
“Dejar marchar a Leo cuando quería quedarse –insiste Masnou- es el mayor error de la historia del FC Barcelona. El Barꞔa es hoy un equipo mediocre cuya delantera son retales del Leganés, del Sevilla o del City”.
Mientras el Barcelona sufre estos avatares, en París, en poco más de un mes desde su llegada, el PSG ya firmó acuerdos con “Dior”, “EA Sports” o “Crypto.com” (pagará 30 millones de euros por año), “Accor”, el actual sponsor y que paga actualmente 50 millones, ya propuso renovar y el precio del “Token” (criptomoneda del PSG) ya aumentó un 130 por ciento, según el portal web de seguimiento de precios de activos digitales “CoinMarketCap”.
Un informe de “L’Equipe” indica que la venta de camisetas de Messi con el número 30 superan en más del 50 por ciento a las del 10 de Neymar de hace cuatro años, cuando el brasileño llegó al club parisino, en tanto que apenas un día después de oficializar el pase, el club francés aumentó en cinco millones sus seguidores en Instagram.
Si de Instagram se trata, Messi (240 millones) cuenta con más del doble de seguidores que el Barcelona (99,5), lo que demuestra, según el consultor Marc Ciria, “que hay una gran masa de aficionados que siguen al jugador y no al club” y que si el argentino genera 200 millones de euros al año en venta de camisetas, el club se queda con un 15 por ciento de ese valor.
La situación económica del Barcelona es tan dura que hace unas semanas (Messi aún permanecía en el club) la agencia de calificación “Fitch” le dio un triple B negativo, cuando intenta refinanciar su deuda de 525 millones de euros bajo la tutela de la banca Goldman Sachs. Según los asesores, esa calificación no cambiará en el corto plazo.
Por lo pronto, el Barcelona ya cambió de director comercial por tercera vez en 2021. Si antes estuvo en manos de Cinto Ajram y luego de Xavier Asensi –que se fue con David Beckham al Inter de Miami- Jordi Camps renunció en julio pasado por “diferencias en la hoja de ruta”.
Si hay alguien que conoce al Barcelona al dedillo, es el ex dirigente y empresario Josep María Minguella (el que acercó a Diego Maradona y a Messi al club), quien también es columnista de distintos medios catalanes y tiene un influyente canal de Youtube con temática azulgrana.
“El Barꞔa, que tiene una camiseta gloriosa, un escudo único y una afición mundial, ha perdido en poco tiempo cerca de 70 goles por temporada al prescindir de Luis Suárez, no renovar a Messi y reforzar al Atlético de Madrid con Antoine Griezmann -afirmó días pasados-. Se sabe que estamos en una situación delicada, pero creo que el socio tiene derecho de una vez a saber cuáles fueron las realidades de no poder firmarle su contrato. Se ha publicado que para el partido contra el Bayern Munich hubo poco más de 30.000 solicitudes para asistir al Camp Nou. Puede tener diversas causas pero en ellas habría que incluir la falta de nombres de impacto”.
La confusión sobre la salida de Messi y la supuesta imposibilidad del Barcelona de hacer frente al pago de su contrato, choca con las crecientes versiones de que el club prepara una oferta de 75 millones (casi el doble de lo que se había acordado con el argentino) para contratar al delantero español del Leizig, Daniel Olmo.
En este sentido, el empresario de medios y avalista del presidente del Barcelona, Joan Laporta, Jaume Roures, sostuvo al programa “La Sotana” que si bien firmado con Messi “no había nada, estaba todo acordado de palabra y muchas cosas escritas, pero los días previos a ese jueves se complicó todo por todos lados, pero fue más desde el punto de vista deportivo y no económico porque Messi ya hizo las concesiones que se le pidieron. El mundo del fútbol es muy complejo”.
Roures afirmó que la situación del Barcelona “es peor de la que todo el mundo pueda imaginar. Se podría haber avanzado mucho con renovar a Messi incluso sin el dinero del acuerdo que hizo la Liga con el fondo CVC por los derechos de TV pero las cosas no son fáciles. La exigencia y la necesidad de un equipo competitivo es algo que ya ha ido diciendo Leo desde que era capitán y este es un elemento que se mezcló con unos temas que estaban bastante resueltos”.
Al menos, en las últimas semanas el Barcelona tuvo un mínimo respiro al cerrar un acuerdo con la marca “Allianz” hasta 2024, mientras que con “Lego”, el club viene realizando algunas colaboraciones que podrían implicar algún tipo de contrato con la empresa danesa como sponsor.
También desde 2012, el Barcelona tiene un acuerdo con la Agencia Catalana de Turismo (ACT) con el objetivo de promover la ciudad en los mercados internacionales con el club como epicentro y algunos deportistas o ex deportistas como ejes, como son los casos de Gerard Piqué, Carles Puyol, Ricky Rubio o Mireia Belmonte.
Pero los problemas siguen y el pasado martes, la Junta Directiva aprobó el cierre del ejercicio 2020/21 con pérdidas de 481 millones de euros y un presupuesto de ingresos previstos para la temporada 2021/22 de 765 millones, una baja sensible para lo que fueron los anteriores, algo que deberá ser ratificado por la asamblea de compromisarios del fin de semana del 16 y 17 de octubre coincidiendo con el partido ante el Valencia, mientras que el 6 de octubre se presentarán los resultados de la Due Dilligence que lleva adelante el club desde que Laporta asumió como presidente.
La deuda total del FC Barcelona es de 1350 millones de euros y en ese monto se incluyen los 52 que debe pagarle al propio Messi como parte del salario diferido que el jugador dejó de ganar durante la pandemia para aliviar la situación económica del club.
El Barcelona tiene previsto efectuar pagos correspondientes a esta deuda entre lo que queda de 2021 y 2022, aunque está negociando los plazos con los abogados del argentino.
Horas antes del partido contra el Bayern Munich por el inicio de la fase de grupos de la Champions League, el ex presidente del club alemán, Uli Hoeness, afirmó que “ya no considero al Barcelona como un referente del mundo del fútbol (el Bayern por muchos años se le quiso parecer). Ya no es un modelo para nosotros, en absoluto. En realidad está en quiebra. En Alemania, el Barcelona sería un caso para un juez responsable de insolvencia. Somos favoritos en este partido porque el Barcelona no puede estar en forma debido a la venta de varios jugadores clave y a los problemas económicos”.
Consultado el ex jugador y director general del Bayern, Karl Heinz Rummenigge sobre la salida de Messi del Barcelona, sostuvo que tanto él como Cristiano Ronaldo “dejan un vacío en términos de marketing, que la liga no podrá llenar. Cada uno es libre de opinar lo que quiera pero considero un gol en contra haberse visto obligado a perder al argentino por consecuencias del Fair Play financiero, pero lo vimos venir. Cuando acumulas tantos gastos es normal que las cuentas no terminen saliendo, especialmente después de la pandemia. No hay alternativa, hay que reducir gastos, y mi buen amigo Laporta lo sabe”.
El Barcelona, que meses atrás había caído estrepitosamente contra el Bayern Munich por 8-2 por la Champions League, ahora inició la nueva temporada europea cayendo por 3-0 ante el mismo equipo en el Camp Nou.