viernes, octubre 11, 2024
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El día que un narco forzó a un Beatle y un Rolling Stone a ser sus músicos privados

El recordado narcotraficante del cartel de Medellín, Carlos Lehder, retuvo durante varias semanas a los dos artistas en su isla privada en las Bahamas

Las historias de los capos colombianos del narcotráfico están envueltas en un halo en el que a menudo cuesta distinguir la realidad de la ficción. Esto es especialmente cierto cuando se revisan las excentricidades del cartel de Medellín, durante años uno de los grupos más buscados por las autoridades colombianas e internacionales. Es así que la historia detrás de la importación de los hipopótamos de Pablo Escobar coexiste con la leyenda de que este exigió que The Rolling Stones tocaran para él en un show privado en la Hacienda Nápoles.

En ese sentido, uno de los más reconocidos por sus extravagancias es Carlos Lehder. El quindiano, de ascendencia alemana, es una figura peculiar en la historia del narcotráfico en Colombia, debido a que tenía la personalidad más compleja de entre todos los capos. Eran bien conocidos sus cambios de humor abruptos, sus contradicciones (admiraba a John Lennon, Adolf Hitler y el Che Guevara, por igual), sumado a que violaba una regla sagrada de los narcotraficantes: no consumir las drogas con las que operaban.

A pesar de ello, su rol en la organización era demasiado importante como para prescindir de Lehder. Después de todo, a partir de 1978 el capo dio con la idea que le permitió al cartel de Medellín vivir sus años de mayor gloria con la adquisición del Cayo Norman, una isla ubicada en las Bahamas que servía de puente entre Colombia y Estados Unidos para la exportación de cocaína. En los mejores días, el aeropuerto que dispuso Lehder allí podía recibir hasta 3.000 kg del alcaloide cada hora.

Ese lugar de privilegio en la operación le permitió a Lehder amasar una gran fortuna. Con el dinero llegó la influencia, y con la influencia llegó la oportunidad no solo de vivir como las estrellas de rock de la época, sino de perseguirlas. Y es que el quindiano amaba el rock, a diferencia de sus compañeros en el cartel de Medellín que preferían las rancheras (como sucedía con Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano) o la balada romántica (en el caso de Pablo Escobar). Esto llegó al punto que en su hacienda privada en Quindío, la Posada AlemanaLehder hizo construir una estatua de John Lennon que fue robada en 2003 y de la que hasta la fecha se desconoce su paradero.

Lo cierto es que en esos años las Bahamas era un archipiélago recurrente para que los artistas angloparlantes más importantes del momento grabaran sus discos. Además del agradable clima caribeño, las drogas estaban a la orden del día, lo que permitió que los Compass Point Studios en Nassau y los AIR Studios en Montserrat fuesen de los más solicitados por los artistas de ese tiempo. No era casualidad que los dealers de las estrellas tuvieran cercanía con Lehder.

Ronnie Wood, guitarrista de The Rolling Stones, recordó su estancia en Cayo Norman en su autobiografía de 2007 - crédito Yves Herman/ReutersRonnie Wood, guitarrista de The Rolling Stones, recordó su estancia en Cayo Norman en su autobiografía de 2007 – crédito Yves Herman/Reuters

Una noche a finales de 1979 en París, Lehder tuvo la oportunidad de conocer a Ronnie Wood, guitarrista de los Rolling Stones. En ese tiempo el músico era novio de Josephine Karslake, con la que se casaría un par de años después, pero querían pasar unos días en la playa para alejarse del frío europeo. Wood le contó sus intenciones a Lehder y este los invitó a que se quedaran en el Cayo Norman.

En su autobiografía de 2007, Wood relató esta historia refiriéndose a Lehder como “Victor” y apuntando que la personalidad del capo hizo que ni siquiera esperara una respuesta de su parte. “Decidió que nos íbamos con él y no creo que tuviéramos mucha más opción (…) No fue tanto una invitación como una orden. Era un tipo muy dominante”, expuso.

Como forma de disimular lo forzoso del traslado, Lehder llevó a la pareja a un rincón de la fiesta y los sorprendió al aparecer abrazado con Ringo Starr, el recordado baterista de The Beatles, y les dijo que este también se les sumaría al viaje a las Bahamas. Hacía allí volaron una vez terminó la fiesta, sin dormir, mientras Wood escuchaba las incoherencias de “Víctor”, que no estaba en sus cabales mientras fumaba sus cigarrillos, mezcla de marihuana y heroína, mientras profería una mezcla de insultos y groserías en español e inglés. Ringo aterrizó en Cayo Norman horas después en otro vuelo, y Wood recordó que el beatle llegó “cabreado” al lugar.

Ringo Starr tocó durante cerca de un mes junto a Ronnie Wood en el estudio musical privado de Carlos Lehder - crédito Chris Pizzello/APRingo Starr tocó durante cerca de un mes junto a Ronnie Wood en el estudio musical privado de Carlos Lehder – crédito Chris Pizzello/AP

Aunque había tensión en el ambiente, esta se redujo cuando vieron el lujoso loft en el que se hospedarían y, sobre todo, Lehder les mostró que hizo construir un estudio de grabación para que, según recordó Wood, “artistas de la talla de ustedes toquen para mí”. Con esas palabras, quedó claro que no se trataba de una invitación, sino de una orden del capo. Así dio inicio cerca de un mes de estancia de ambas celebridades que alternaron entre tocar sus instrumentos en el estudio e inhalar líneas de cocaína. De día, Lehder los observaba y de noche se iba a su casa, ubicada al costado opuesto de Cayo Norman.

La situación se mantuvo hasta mediados de enero de 1980, cuando el cartel de Medellín le exigió a Lehder que estuviera más pendiente del negocio, lo que le obligó a liberar a los músicos. Mientras se despedían, Lehder les hizo saber que quería invitarlos a su mansión en Colombia para que conocieran el Quindío, pero eso nunca sucedió. Dos años más tarde, el capo fue expulsado de Cayo Norman por la presión de la DEA en su afán de limitar sus actividades criminales, y en 1987 fue arrestado y extraditado a los Estados Unidos, donde cumplió una pena de 33 años hasta que en 2020 se decretó su libertad. Actualmente, se encuentra radicado en Berlín (Alemania).

En cambio, tanto Ringo Starr como Ronnie Wood sí visitaron Colombia luego de ese encuentro con Lehder. El primero lo hizo con su All Starr Band en 2015, en Corferias, mientras que el segundo lo hizo con los Rolling Stones al año siguiente, en el estadio El Campín.

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