sábado, septiembre 21, 2024
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Héctor Alonso López entrevista (imaginariamente) a Manuel Rosales

Bienvenido mi estimado Manuel a esta conversación que estoy seguro vamos a disfrutar. Tenía muchos años ansioso por este momento.

HAL: Eres una figura política que despiertas mucha curiosidad. Tengo la idea de adentrarnos hasta donde tú permitas. Dicen: «que en política no hay muertos». «Pero otros piensan que si hay pero mal enterrados».

MR: Los hechos hablan por si solos. Yo recuerdo a Hugo Chávez a quien le hice mucho peso politico que dijo: «No descansaré hasta verte borrado del mapa político venezolano» y ordenó crear una misión Rosales vas preso! Vean como son las cosas de la vida. Aquí estoy físicamente bien y políticamente rodeado del respaldo mayoritario de mí pueblo. Otros ya no están y sin ninguna posibilidad de resurrección. Esa es la vida real.

HAL: Hay quienes piensan, si eres un caudillo o un líder. Dicen que los líderes están siempre bien acompañados por sus pueblos y los caudillos andan solos. Que juzguen. Te lanzo esos strikes iniciales para que recuerdes que alguna vez me llamaron L’enfant terrible de la política.

MR: ¡Qué fue míjo como estáis! Agradecido estoy yo, de poder reencontrarnos, mi querido gocho. Si, yo si sé cuan «terrible» eras o eres, solo basta que te revises las cantidades de chichones que tienes encima para comprobarlo. Eres inolvidable en nuestras vidas. Todos te queremos y mi madre Deomira te adoraba y que decir, de Marlene y Alfonso.

HAL: A propósito de «gocho» creo que sin querer queriendo se da mutuamente. Tú naciste en una clínica en Mérida por instrucciones del médico tratante y tu querida madre Deomira, por necesidad de preservarte ante eventuales riesgos parió allá. ¿Eso es verdad?

MR: Eso es verdad. Mi madre Deomira debió salir a Mérida para traerme al mundo. No era nada fácil por la realidad que vivíamos.

HAL: Dicen que no es tan importante dónde se nace sino dónde se lucha .También nací en Mérida y he luchado en todas partes lo que fácilmente me convierten en un gocho maracucho, llanero u oriental.

MR: Eso no deja de ser verdad, pero ser maracucho es un gentilicio muy especial. Somos hombres y mujeres muy particulares. Somos regionalistas.Tenemos verdadero sentido de pertenencia. Nunca pasamos desapercibidos. Amamos al Zulia como nuestra propia vida. Nos vemos reflejados en nuestra Chinita, nuestro puente, nuestro petróleo, la agricultura y la cría, nuestras gaitas, nuestra gastronomía y hasta con infinito sentido del humor que nos es tan propio.

HAL: Tu desarrollo inicial en la politica fue en Santa Bárbara. ¿Qué había allí que estimulará las potencialidades de tu naturaleza genética ?

MR: Lo primero que tenía que ser era adeco. Allá en Santa Barbara y San Carlos, no ser adeco era algo extraño. Pero en jerga popular decían que adeco malo se moría chiquito. Y si no era adeco… ¡Que molleja! ¿Dónde iba a estar?

HAL: Yo comprendo que el medio te condicionara, pero debe haber habido muchos más para intuir que te gustara la política.

MR: Claro que las hubo. Fundamentalmente las largas conversaciones que sostenía con mis maestros que predicaban con su ejemplo la doctrina del partido con sus virtudes y sabidurías.

HAL: ¿Puedes recordar algunos nombres?

MR: Sí claro, hombres como Alexis Canadel, Marcos Contreras o Diego Gutiérrez y de manera muy especial por virtuosa y consejera oportuna, mi madre Deomira.

HAL: Pero, además de ellos, que era natural su influencia por ser mayores, seguramente habían jóvenes así como tú, ¿qué por ser cómplices de sueños o travesuras te influenciaron?

MR: Eso da al pelo. Mis compañeros de generación fueron muy importantes en ese camino nuevo y apasionante. Pudieran haber muchos y los hay, pero recuerdo a Eduardo Soto, que lo llamábamos ‘pata e guaro’, Danilo Gutierrez que era el Secretario Juvenil de Acción Democrática en el distrito (ahora municipio) y también estaba Enry Gutierrez que le decíamos «Toñito» que era el más joven de los concejales. Y también mí lado a un auténtico «rebelde» con causa o sin causa que era una bujía mi hermano Erwin que todos llamábamos «Pan Salado».

HAL: De esa época en mis primeros viajes por Venezuela Santa Barbara era para todo principiante en AD como la meca a la que se deseaba llegar. Un día fui muy joven a tu pueblo sabías que existías y tú sabias que yo existia, pero quién nos presenta, fue un joven llamado Benito Govea. Lo recuerdas.

MR: jajaja entre tantos maracarrones como no lo voy a recordar. Lo llamábamos el «Cabezón Govea» o el «poeta Govea».Estudiaba derecho en la ULA. Me presentó ante vos y recuerdo que yo, aún tenía puesto el uniforme del liceo. Y se lo dijo a todo el mundo por lo que concluí diciéndole que era una especie de «maracucho jetón».

HAL: Ahora comienzo a comprender ¿por qué te decían Piro Piro?

MR: Los maracuchos o los zulianos tenemos muchas características para destacarnos. Somos ocurrentes y chistosos. Somos irreverentes. Pero en eso de sobre nombres nadie nos gana. Acá en el Zulia se dice: dónde <pongo el ojo pongo el apodo>. Lo de Piro Piro fue mi primer apodo y se hizo muy familiar y popular. Hasta que el «Manuel», se fue abriendo paso hasta quienes ya me dicen Don Manuel.

HAL: ¿Tú eres chistoso?

MR: No tengo gracia para contar chistes, pero me gusta escucharlos y los disfruto. Nunca falta alguien que me los cuente.

HAL: Nicolás Maduro ¿es un mal chiste o un buen chiste?

MR: ¿Hay chistes buenos o malos? Depende si te hacen reír o llorar. Éste no llega ni a mueca. Solo provoca llanto, mucho llanto.

HAL: ¿Qué hechos te llevaron a tomar la decisión de irte a vivir a Maracaibo si eras en ese momento el líder más importante de la zona sur del lago de Maracaibo?

MR: Yo estaba apoyando en un proceso interno de Acción Democrática al profesor Benigno Velasquez Pérez que era mi gran amigo y en ese proceso nos derrotaron y se comenzaron a plantear estrategias de como continuar empujando la carreta.

HAL: Recuerdo, que a mí me llamaron Tuto Márquez y Julio Urribarri que necesitaban hablar conmigo. Me encontraba en Mérida en casa de mis padres en la urb Belensate. Te acuerdas?

MR: Pero miijo, como no me voy acordar. Ellos llegaron en un vuelo comercial a Santa Bárbara que teníamos un aeropuerto civil, aunque vos no lo creais, teníamos aeropuerto civil. Con Tuto Márquez y Julio Urribarri habíamos acordado por telefono ir a Mérida a conversar contigo. Buscamos unos cobres y esmollejados nos fuimos a verte. Allí me planteaste que asumiera junto a mis otros compañeros la conducción de esa corriente de opinión interna de AD porque pronto vendría la elección del candidato presidencial de AD y de todas las autoridades. Nos aconsejaste además, que alquilaramos una casa u oficina en Maracaibo y contratamos una señora que nos colara café para atender a todos los que querían hablar con nosotros.

HAL: Cuando ustedes fueron a esa convención nacional de AD, lo recuerdo tanto, no olvidaré que bajé hasta el aeropuerto de Maiquetía a darles la bienvenida a la bulliciosa y nutrida delegación del Zulia.

Eran muchos. Los transeúntes creian que era una delegación que regresaba de los juegos olímpicos. Que lastima que en una entrevista tan breve no los podamos recordar con sus nombres y apellidos porque en mucho la adornarian, ciertamente eran muchos.

MR: Eramos la mayoría de esa delegacion los que habíamos resuelto votar por CAP para candidato Presidencial en AD y por vos para Secretario Juvenil Nacional del CEN. Esa convención histórica se realizó en el teatro California de la urbanización el Marqués un 19 de agosto de 1972. Hace 49 años ¡ve que molleja!

HAL: ¿Tú te sientes interpretado como Ortega y Gasset cuando dijo: «yo soy yo y mis circunstancias»?

MR: Vos sabéis que no todo depende de mí también influyen las circunstancias. No es una manera de excusarme sino de explicarlo. Las circunstancias es todo lo que está a mi alrededor pero fundamente es mi pueblo y mi familia.

MR: Yo tengo mis circunstancias por supuesto. Puedo explicarlas, encontrarles sentido, y de esa manera hacer un acto creador al transformarlo en discurso.

HAL: Voy a ser muy franco aprovechando de tener estos dos testigos que tú me has brindado para esta conversación. Estoy en contacto permanente con muchos amigos y actores sociales y.  políticos y tengo el pulso de lo que están pensando. La mayoría considera que tú deberías ser el candidato presidencial de la oposicion. La gente dice que «los aires o hielitos» que les llegan del Zulia los quisieran tener siempre en cada sitio donde viven. Por eso ven tu figura como una opción. Por otro lado, siento que tú serías el candidato «adeco» de estas elecciones y AD, a nivel popular es muy fuerte como sentimiento. Yo no veo más contrafiguras. Ahora eso, dependerá es de ti. Siento sin duda que es una decisión nada fácil, pero depende de ti.

MR: Este asunto es complicado. No es fácil derrotar un barril de petróleo de 100 $. Las encuestas tampoco nos favorecen. Y debemos resolver con inteligencia pues, también aspira el Catire Teodoro y Julio Borges y ¡quién sabe cuántos más!

HAL: En todo caso, ni hablando contigo ni con cualquiera otro le ibamos a ofrecer la Presidencia de la República sólo queremos que alguno se atreva a ser candidato para evitar que la oposicion se desmorone. Esa es la razón objetiva y vamos a ver hasta donde llegamos. Cierto Manuel, todo lo que dices es real. Tenemos un panorama muy complicado pero alguien tiene que dar la cara. Y en tu caso es quien tiene más ventajas competitivas. En medio de la conversación en la mesa del despacho del gobernador me percato que había un libro, que yo no había leído, pero sabía de su existencia. Y le digo a Manuel ¿y ese libro? Ahh… ¿no lo han leido? –dijo, Tomó el teléfono y le dió a su secretaria la orden mandar a buscar 3 ejemplares a la librería. Con la mala noticia que se habían agotado. El libro se titulaba: «El Efecto Zapatero» escrito por el jefe de la campaña de José Luis Rodríguez Zapatero que sorpresivamente había derrotado a José María Aznar en las elecciones de España. Un atentado terrorista había cambiado el rumbo de la realidad española.

MR: Lástima que no había el libro. Pero se los voy a comentar. Y lo narró. Nos despedimos y pidió a mi compadres Julio y Angel que me acompañaran en mi retorno a Mérida.

HAL: Esa reunión exitosa se realizó un 4 de febrero del 2006 en un sitio llamado La Ensenada ubicada entre Barquisimeto y Yaritagua y hubo como bien lo sabes, una estupenda asistencia. Tome tus consejos de llevar las cosas con sensatez y prudencia. No hubo pronunciamiento a pesar de la protesta y despecho de nuestros inolvidables Hernán Aleman y Ney Avila que en encendidos discursos pedían que fueras proclamado.

MR: Hiciste bien en llevar las cosas asi. Te acuerdas que a pocos días se fue decantando la situación de la oposicion y al final, yo termine siendo el candidato de toda la oposicion. Respaldado por 44 partidos.

HAL: No hay duda era momento muy exigente y difícil. Recuerdo el acto de tu proclamacion fue en una pequeña sala de un inmenso edificio frente a la plaza Venezuela. No sé, si están en memoria, unos detalles útiles hoy te los quiero refrescar. En reunión realizada en el privado del Hotel Lido por precaución te recomendé que era necesario que el partido Nuevo Tiempo fuera convertido en Partido Nacional ya que hasta ese momento era regional, una «casita». Te dije: siempre los pescados grandes se comen a los pequeños. De eso tenía conciencia, y políticamente era su mayor desventaja. Ante eso, acordamos hacer un operativo nacional para recoger las firmas requeridas. 15 días fueron suficientes para lograrlo. Por cierto mucho mérito además de todos los excelentes activistas la ayuda de Wilfredo Galíndez un amigo emprendedor de Portuguesa quien siendo dueño de una empresa que reciéncomenzaba fue muy eficiente al producir los pendones que serían colocados en los puntos de recolección de firmas en todos los rincones de Venezuela. Ese fue un buen comienzo en un alicaido estado de ánimo nacional.

MR: Esa fue una experiencia inolvidable en mi vida. Yo sabía que no había para los venezolanos más opción que ganar y si no era así, también sabía el costo que tenía. Hoy no me arrepiento. Más de cuatro millones de votos nos dieron el espíritu de cuerpo que pareciera ya no era posible reconstruirlo.

Recuerdo que la primera encuesta que me entregaron quienes me asesoraron decia: Hugo Chávez 55% Alguien Nuevo 17% Ninguno 10% Manuel Rosales 7% Julio Borges 5% y Teodoro Petkoff 4%. La lucha electoral de ese momento era casi una lucha simbólica con esos números. Pero el esfuerzo de todos nos permitió llegar a 38% de los votantes.

HAL: ¿Tú crees que Venezuela puede salir de este encandilamiento que produce el absolutismo que obliga a este pueblo a soportar esta dura y dolorosa realidad que vivimos?

MR: El cemento emocional y afectivo que hubo en el pasado con Chávez se derritió con Maduro. Tenemos que posesionarnos de nuevo en la esperanza y emoción de la gente. Tenemos que reconcilarnos entre nosotros para que todos los demás, puedan creer que podemos reconciliarnos entre todos. Solo obteniendo victorias y teniendo cara de victoriosos, serán factibles los cambio que merecemos, y para cambiar de verdad.

HAL: Tú has sido Concejal, Diputado a la Asamblea Legislativa, Alcalde varias veces, gobernador varias veces y hasta de verga no fuiste Presidente. Ninguno de los cargos que has desempeñado ha tenido origen distinto del voto. Has tenido legitimidad de orígen y eso te permite tener credibilidad. Pero la gran pregunta es si crees que ésta es tu prueba más difícil. No por la aritmética electoral, sino por la muy complicada realidad social, económica, emocional y de pérdida de esperanzas. Te va tocar un estado arruinado, un gobierno quebrado en una etapa dónde no podrá haber otro símbolo que la austeridad,

¿lograrás revalidar tus tantos éxitos anteriores y de enmendar los errores?

MR: La respuesta se la dejo al pueblo del Zulia quién tiene la palabra final. Asistiremos un acto de fe por piedad en la tragedia en que todos vivimos. Imposible mayor inequidad en lo vivido por Venezuela y mucho mas dónde nació la industria petrolera que nos dió de comer por un siglo y permitió ser el país que fuimos. Tengo conciencia que cada error nos enseña lo que necesitamos aprender.

HAL: Gracias, Manuel.

Nota de la Redacción: Este encuentro verbal fue «realizado» o concebido (según prefiera el lector) en el año 2016, de acuerdo a la información suministrada por Héctor Alonso López,

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