Personalidades del mundo de la literatura, el arte, el pensamiento, el teatro, el cine y la política nos cuentan qué libros están leyendo (o cuáles recomendarían) durante el obligado confinamiento. Grandes títulos de andar por casa
ARTURO PÉREZ-REVERTE. Escritor. «Un caballero en Moscú». Amor Towles. Salamandra, 2018. 512 páginas
Hay un libro que leí hace poco tiempo, pero que me parece adecuado recomendar para estos días de confinamiento: «Un caballero en Moscú», de Amor Towles (Salamandra), es una historia que me parece deliciosa y me dio unas buenas horas de felicidad lectora. Condenado a muerte por los bolcheviques en plena Revolución Rusa, el conde Alejandro Rostov ve conmutada su pena gracias a un poema revolucionario escrito en su juventud, a cambio de pasar el resto de su vida confinado en el hotel Metropol de Moscú, del que en otro tiempo fue cliente respetado por el personal de servicio. Durante treinta años el conde vivirá allí sin pisar la calle, entre los antiguos sirvientes, y su vida se irá transformando a medida que lo hace el mundo que lo rodea. Disfruté muchísimo con esa novela elegante, llena de finísimo humor, que es también un manual para sobrellevar con dignidad y estoicismo los tiempos difíciles.
FRANCESCA THYSSEN. Coleccionista. «La invención de la Naturaleza. El nuevo mundo de Alexander von Humboldt». Andrea Wulf. Taurus, 2016. 584 páginas
Mi libro favorito con diferencia es esta increíble biografía sobre el visionario naturalista alemán cuyas ideas cambiaron nuestra manera de ver el mundo natural y que configuran la conciencia medioambiental moderna. Amigo de Goethe, influyó en Darwin, Thomas Jefferson y Bolívar. Él demostró tener una visión unitaria de la vida. Hoy nos ponemos en su piel cuando debatimos sobre cambio climático. Un pensador pasado por alto, pese a ser un poderoso recordatorio de voces que advirtieron sobre sobreexplotación, contaminación y derechos humanos.
LUIS LANDERO. Escritor. «Robinson Crusoe». Daniel Defoe. Alianza. 2016. 416 páginas
Es mi novela de aventuras favorita. No solo entretiene sino que nos hace mejores y más fuertes. Nos enseña a sacar ante la adversidad lo mejor de nosotros mismos, nuestras mejores cualidades, que acaso estaban adormecidas por la rutina del bienestar. Nos enseña a sobrellevar con entereza la soledad. Despierta y afina las viejas y a menudo desatendidas virtudes de la paciencia, el coraje, la serenidad, la resignación. Nos enseña a valorar las cosas que tenemos, el gran valor de las pequeñas y esenciales cosas, embrutecidos como estamos por el consumo sin control. Y vigoriza nuestra voluntad, para no sucumbir a los demonios del desánimo y de la rendición. Un gran libro para todas las edades.
MANUEL BORJA-VILLEL. Director Museo Reina Sofía. «Llámalo sueño». Henry Roth. Alfaguara, 2004. 680 páginas
Maravillosa novela que Roth publicó en 1934. Narra la iniciación al universo de los adultos de David, un niño inmigrante judío del Bajo Manhattan de principios del siglo XX. El libro, con un claro componente autobiográfico, expresa el ansia del autor por aprehender una existencia que se le escapa y que a menudo percibe como una pesadilla. Al final del relato, la descarga eléctrica de una catenaria, el equivalente de la fuerza poética del habla, despertará a David de su terror. Seguramente como despertaremos nosotros de la pandemia: llamémosla sueño.
ISABEL BURDIEL. Historiadora. «Ascenso y crisis. Europa (1950-2017)». Ian Kershaw. Crítica, 2019. 790 páginas
Estoy releyendo -ahora con papel y lápiz- este libro que analiza la situación de Europa entre la II Guerra Mundial y la última gran crisis económica. Quiero integrarlo como uno de los textos básicos en la docencia virtual de la asignatura de Historia del Mundo Actual a la que nos vemos obligados en estos momentos. Es muy claro, inteligente, documentado y bien escrito. Una valoración magnífica de los procesos fundamentales del período, desde la perspectiva europea, pero con un contexto más amplio y capacidad de conectar con los problemas actuales. Una lectura histórica altamente recomendable para todos.
RICARDO MENÉNDEZ-SALMÓN. Escritor. «Cuentos». John Cheever. Literatura Random House, 2018. 880 páginas
Las razones para escoger a Cheever podrían ser muchas. Todas las literarias, por supuesto, porque hablamos de un gigante, aunque hoy me interesan especialmente las humanas. Y es que creo que muy pocos autores contemporáneos han escrito con tanta piedad y, al tiempo, con tanta desnudez a propósito de nuestra fragilidad y de nuestras miserias, y también acerca de nuestra bondad y de nuestros logros. Y sospecho que hoy necesitamos mucho de ambas cosas: compasión y escrutinio, para entender que éramos felices sin saberlo y para confiar en que podamos aprender algo de este desconcierto en el que hemos caído.
INOCENCIO F. ARIAS. Diplomático. «La telaraña». Juan Pablo Cardenal. Ariel. 400 páginas
Ningún libro reciente es tan jugoso como este. Cuenta detallada y rigurosamente algo capital: los gobiernos españoles han sido increíblemente miopes hacia el brutal peligro que representa que los medios de información extranjeros no capten verdaderamente lo que estaba ocurriendo en Cataluña y «compren» la versión mentirosa y truculenta que les proporcionan con enormes recursos y atenciones los separatistas. Aquí, pasotismo y miopía. Allí, inventiva, trabajo y dinero sin escaseces ni escrúpulos. La imagen distorsionada difícilmente va a cambiar. Las «representaciones» catalanas en el exterior se quitaron la careta: dedican el 80% de su tiempo a vender las virtudes del proceso independentista y a denigrar a España. Permitimos y financiamos una quinta columna en un frente vital.
STANLEY G. PAYNE. Hispanista. «España. Un relato de grandeza y odio». J. Varela Ortega. Espasa, 2019. 1.088 páginas
La cuarentena ha provisto el tiempo para, entre otras cosas, terminar la lectura de la nueva obra de José Varela Ortega, España. Un relato de grandeza y odio. Se trata de un estudio magno de más de mil páginas que ofrece un panorama enormemente amplio y variado de aspectos clave de la historia de España y de la imagen española en el extranjero y la crítica al país y a sus habitantes. La primera mitad es la más original, pero el lector aprenderá muchísimas cosas novedosas y con frecuencia muy interesantes.
FERNANDO ARAMBURU. Escritor. «A corazón abierto». Elvira Lindo. Seix Barral, 2020. 384 páginas
Estoy leyendo estos días y lo recomiendo vivamente el último libro de Elvira Lindo, A corazón abierto, la historia de sus padres novelizada con gran acierto. La perspicacia literaria de la autora provoca el milagro de inducirnos a creer que, a pesar de tantos y tantos títulos dedicados al tema desde la noche de los tiempos, no estaba todo dicho sobre el amor. Aún me queda por leer un centenar de páginas; así y todo, a la vista de lo que llevo disfrutado hasta el momento, dudo que el pulso literario de la autora no se mantenga firme hasta el final.
FÉLIX OVEJERO. Filósofo y economista. «La Muerte de Virgilio». Hermann Broch. Alianza. 632 páginas
En los ratos más lúgubres volví sobre la Muerte de Virgilio de Hermann Broch y las Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, no menos melancólica y más llevaderas. Luego, como otros ,supongo, cuando la información acerca del virus se fue extendiendo, acabé leyendo algunas cosas sobre cómo se extienden las enfermedades y las ideas, por ejemplo, Explicar la cultura, de Dan Sperber, sobre la epidemiología de las ideas. Incluso, a cuenta de las funciones exponenciales, volví sobre mis manuales de matemáticas de cuando estudié económicas. Y, si se puede añadir, he estado escuchando obsesivamente El cancionero de Sablonara, del grupo Vandalia, que me llegó precisamente el día en que comenzó el enclaustramiento.
INÉS FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ. Filóloga y académica. «La pasión de saber. Vida de Antonio de Nebrija». Pedro Martín Baños. Univ. de Huelva, 2019. 636 páginas
Recomiendo dos de mi especialidad. La pasión de saber. Vida de Antonio de Nebrija, de Pedro Martín Baños. Es una biografía, basada en una investigación rigurosa y actualizada, del autor de la primera Gramática castellana (1492), primera gramática del castellano pero también de cualquier otra lengua romance. La obra de Nebrija representa un punto de inflexión, el hito que divide la Edad Media del Humanismo en la forma de estudiar el lenguaje. Esta biografía, escrita de forma amena y exquisita, además de novedosa, permite entender el derrotero humano que se esconde detrás. Un libro imprescindible para los interesados en la historia de la filología y de la cultura hispánica. Y de José Antonio Millán, Tengo, tengo, tengo. Los ritmos de la lengua. Un libro no destinado a especialistas, pero que divulga de forma magistral todos los aspectos del lenguaje que entrañan ritmo y que son compartidos por todos los hablantes («patatín, patatán», «a la bi, a la ba», «Qué listo, Calixto»). El objeto de este libro, tan ameno como fascinante, es explicar el porqué de la letra incomprensible que acompaña a los juegos infantiles, el sentido que entraña corear en un estadio de futbol o en una manifestación, los trabalenguas, las cantinelas que acompañan a los movimientos repetidos en el trabajo, los pareados y proverbios, etc.
CARMEN POSADAS. Escritora. «Ellos». Francine du Plessix Gray. Periférica & Errata Naturae, 2018. 738 páginas
Uno de los libros que me ha encantado leer estos días es Ellos, de Francine du Plessix Gray. Habla de la vida de sus muy singulares padres. Ella, Tatiana Yákovleva, musa y amada de Maiakovski; él Alexander Liberman, segundo marido de Tatiana y mítico director de Vogue. Du Plessix nos pasea por todos los escenarios en los que se desarrollan sus vidas. Desde la URSS de Stalin hasta la Nueva York de los ochenta, pasando por el París de los cuarenta, todo ello narrado con una prosa elegante y algo malvada. Ideal para hacerle caso a Flaubert en eso de que cuando vienen mal dadas, nada como sumergirse en la orgía perpetua de la literatura. Y si es inteligentemente frívola, mejor.
ANA MERINO. Escritora. «Puedo contar contigo». Carmen Laforet / Ramón J. Sender. Destino, 2019. 288 páginas
La cuarentena me ha pillado leyendo la correspondencia entre Carmen Laforet y Ramón J. Sender. El libro se titula Puedo contar contigo. Las cartas entre estos dos escritores están llenas de ternura y cotidianeidad. Conversan en la distancia y se apoyan, comparten los miedos y las aristas de su vida y se entienden. La amistad es un regalo y este libro lleno de guiños, de palabras cálidas, de reflexiones y afecto nos lo recuerda. Después me pondré a leer las novelas y ensayos de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
MARIBEL LÓPEZ. Directora de ARCO. «Sin noticias de Gurb». Eduardo Mendoza. Seix Barral, 2001. 144 páginas
Es un librito desternillante escrito en 1990 por Mendoza. Está lleno de referencias muy concretas a la Barcelona preolímpica y a ese final de los 80 cargado de iconos (que no desvelaré). Esa exactitud hace que quizá no sea igual de divertido para todos los públicos, y dudo seriamente que superara un análisis de corrección política presente. Recuerdo haberme reído a carcajadas con situaciones surrealistas que crea en ese espacio de desencuentro con «lo otro».
LUIS MATEO DÍEZ. Escritor. «Teatro (1877-1890)». Henrik Ibsen. Nórdica. 2019. 800 páginas
Estoy leyendo, y recomiendo vivamente, el Teatro (1877-1890), de Henrik Ibsen, en una reciente edición de Nórdica con muy buena traducción de Cristina-Gómez Baggethum. Es una experiencia volver a Ibsen, uno de los grandes, y entrar en un mundo de graves asuntos morales y sociales, todo un tratado del comportamiento humano ante las responsabilidades individuales y públicas, y de inquietante actualidad. Por otra parte, leer teatro, ahora que no podemos ir a las salas, me resulta especialmente reconfortante, la imaginación escénica la pone uno, aunque echa en falta el montaje que llevara la esencia dramática de Ibsen a su grado límite. Leerlo es maravilloso también.
DANIEL CANOGAR. Artista. «Cocinar: Una Historia natural de la transformación». Michael Pollan. Debate, 2014. 480 páginas
La cuarentena está obligando a cocinar más de lo habitual. Por ello me parece apropiado recomendar Cocinar, que no es un libro de recetas, sino un bellísimo estudio antropológico del acto de cocinar como mediación entre Naturaleza y cultura. Su autor, conocido por sus ensayos contra la industrialización de la agricultura, combina nutrición, tecnología, política e historia para crear un fascinante relato que cambia la forma de ver un acto tan cotidiano.
FERNANDO COLOMO. Cineasta. «Música contra los muros». Ana Arambarri. Galaxia Gutenberg, 2020. 224 páginas
Acabo de empezar este libro pero me parece muy interesante porque aborda de una manera muy especial el conflicto palestino-israelí, desde perspectivas inéditas. En el fondo, se trata de recorrer la historia de la West-Eastern Divan, una orquesta formada por árabes, palestinos e israelíes que demuestran cómo, a través de la música, la convivencia es posible. Es un texto, además, que atrapa enseguida.
JAUME PLENSA. Artista. «El cuarteto de Alejandría». Lawrence Durrell. Edhasa, 2012. 1.648 páginas
Mi libro recomendado es El cuarteto de Alejandría, del escritor británico -nacido en la India- Lawrence Durrell. En realidad no es un libro, ¡son cuatro! Una tetralogía de novelas, publicadas entre 1957 y 1960, y unidas por una sola historia común vista desde distintos ángulos: Justine, Balthazar, Mountolive y Clea. El amor y la política como un espejo en el que se refleja el día a día de la sociedad. Este clásico contemporáneo es una auténtica joya.
FÉLIX DE AZÚA. Escritor. «Il libro di tutti i libri». Roberto Calasso. Adelphi. 560 páginas
Leo el último trabajo de Roberto Calasso, Il Libro di tutti i libri, publicado por su editorial, Adelphi. Es un largo ensayo sobre la Biblia, aunque, para mi disgusto, es más literario que ensayístico. Resume en doce capítulos las historias de los reyes hebreos, con añadidos como la destrucción del Templo de Jerusalén. Es entretenido como obra narrativa; no añade nada a lo que ya sabemos sobre la historia de Israel, pero es una buena compañía para la cuarentena.
AURELIO ARTETA. Filósofo. «Chica de campo». Edna O’Brien. Errata Naturae, 2018. 424 páginas
Soy devoto de los libros de memorias. El último que me cayó en suerte ha sido el de la escritora irlandesa Edna O’Brien. Ya había degustado Las chicas de campo, pero ha sido Chica de campo el que ha colmado mis expectativas. Ahí se juntan la denuncia del catolicismo de su tiempo, su fino sentido de la ironía, el detalle al describir la naturaleza irlandesa o la delicadeza de sus imágenes literarias. Les apenará terminar su lectura.
ANDREA LEVY. Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. «Novelas napolitanas». Elena Ferrante. De Bolsillo, 2018
Seamos realistas. Hasta los lectores empedernidos están encontrando dificultades para concentrarse en estos tiempos de incertidumbre. Por eso, busquemos lecturas intensamente adictivas. Necesitamos libros que nos agarren con fuerza, ellos a nosotros, y que no nos suelten. Y esto sucede con la saga de las novelas napolitanas de Elena Ferrante. Quien no conozca esta aventura es un privilegiado porque tiene más de mil páginas por delante, pero dosificadas en cuatro libros: La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpoy La niña perdida. Además, hay una serie muy fiel dirigida por Saverio Costanzo. Estas novelas, más que leerse, se viven.
LORENZO SILVA. Escritor. «Días en blanco». José Luis Sampedro. Plaza & Janés, 2020. 464 páginas
Recomiendo, por muchas razones, leer Días en blanco, la poesía completa (y secreta) de José Luis Sampedro recién publicada por Plaza & Janés. Recoge los poemas que escribió y guardó desde los diecinueve años, cuando le reclutó la guerra civil, hasta su vejez. Hay poemas de amor, existencialistas, satíricos. Estos últimos muestran al Sampedro burlón que mataba así el aburrimiento en congresos, reuniones o tribunales. Sobrecogen los que compuso al final de la guerra, desde la piel del sobreviviente. O la confesión del titulado Guardián: «Es otro quien escribe, no mi mano. / Alguien que no soy yo y está escondido».
SANTIAGO POSTEGUILLO. Escritor. «Las delicias de la maternidad». Buchi Emecheta. Zanzíbar. 2004. 336 páginas
No leo sólo un libro, sino que, en paralelo, navego por varios textos diferentes para cubrir los diversos ámbitos en los que me muevo. Si dijera qué libro estoy leyendo ahora mismo, descubriría de qué personaje pienso escribir una vez que he terminado de relatar la vida de Julia Domna en Yo, Julia y Julia retó a los dioses. En ese sentido, he de callar. Pero además, leo o, mejor, releo, para preparar mis clases en línea. Recomiendo para momentos de lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, Las delicias de la maternidad, de Buchi Emecheta. La autora nigeriana nos habla de su mundo, pero la desigualdad no conoce fronteras y quien la lee se identifica de inmediato con su protagonista femenina.
GONZALO SUÁREZ. Cineasta. «Juego de espera». Michael Powell. Reino de Redonda, 2019. 288 páginas
No puedo responder a la demanda de ceñirme a un solo libro ya que una inoportuna conjuntivitis me impide leer con continuidad y, para colmo, el cúmulo de noticias reiteradas (y sombrías) me resta concentración. He optado por abordar diferentes libros en habitaciones diferentes para aderezar mis paseos por el pasillo de casa. Esta estratagema realza el carácter de aventura que para mí ha tenido siempre la literatura y el fraccionamiento de la realidad. Citaré al paso, nunca mejor dicho, Juego de espera, de Michael Powell, que me había enviado su editor, Javier Marías, cuyo último libro Berta Isla demuestra, una vez más, que es un novelista de raza y de nivel internacional.
MANUEL VILAS. Escritor. «El escapista». Javier Sebastián. Alianza. 2020. 216 páginas
El escapista es una novela escrita con una imaginación precisa y a la vez festiva. Es una historia de hombres altísimos. Los hombres más altos del mundo. La estatura física se convierte en un canto a lo desproporcionado. Solo a través de la desproporción vemos mejor la sociedad y la civilización. Javier Sebastián es un novelista extraordinario. Y esta obra indaga en la temática del doble a través de la vida de dos hermanos gemelos. En las novelas de Javier Sebastián siempre hay un viaje implícito a los límites de la condición humana. Lean esta tierna novela. Es un prodigio.
FERNANDO SAVATER. Filósofo. «Goethe se muere». Thomas Bernhard. Alianza, 2012. 120 páginas
Para escapar de esta plaga -casi peor que la enfermedad propiamente dicha- de cursiladas pseudo-poéticas y notas autobiográficas tipo aquellas de la pequeña Lulú que empezaban «Querido Diario», recurro a la prosa personalísima e inmisericorde de Bernhard en este libro que reúne cuatro relatos poco conocidos del austríaco genial. Agresivo, irónico, contundente, rechazando toda floritura innecesaria y cerrando las vías de escape, estas páginas de Benhard magistralmente traducidas por Miguel Sáenz nos obsesionan hasta mucho después de haber cerrado el libro. Más vale desesperarse con Bernhard que consolarse con los demás.
IRENE ESCOLAR. Actriz. «Las pequeñas virtudes». Natalia Ginzburg. Acantilado, 2002. 168 páginas
Desde siempre me ha gustado esta gran escritora italiana y soy fiel lectora suya. Entre sus libros, me parece especialmente recomendable para estos difíciles momentos por los que atravesamos Las pequeñas virtudes, formado por breves relatos, a caballo entre el ensayo y la autobiografía. Natalia Ginzburg nos habla desde una intimidad que emociona al compartir con nosotros sentimientos, sensaciones, detalles cotidianos, revelándonos su experiencia como mujer, escritora y madre. Vemos como vivió etapas trágicas, sobre todo la guerra y la postguerra, en una lucha personal y colectiva por salir adelante. A destacar también el homenaje que rinde a su amigo Cesare Pavese.
BORIS IZAGUIRRE. Escritor y presentador. «Conversación en La Catedral». Mario Vargas Llosa. Alfaguara, 2019. 720 páginas
En 2019 cumplió 50 años y cuando terminé de leer Tiempos recios, sentí que ambas novelas estaban muy vinculadas. Las dos exploran el gran fracaso que ha sido la democracia en Latinoamérica, como ha sido castigada por unos Estados Unidos intervencionistas. Y como los militares han favorecido esas intervenciones y la clase política ha sido incapaz de contenerlos. La frase que envuelve a las dos novelas, «En qué momento se jodió el Perú» se extiende a todo el mundo. ¿Cuándo se jodió la vida o nos jodieron nuestra vida? Intentar encontrar la respuesta en estas novelas, magistralmente escritas, salpicadas del absurdo cotidiano de lo latinoamericano, me hacen esta lectura de Conversación… absolutamente vital en estos días de encierro y reflexión.
GUILLERMO SOLANA. Director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza. «El anillo de la verdad. La sabiduría de «El anillo del nibelungo» de Richard Wagner». Roger Scruton. Acantilado, 2019. 512 páginas
Estoy leyendo (y recomiendo) el libro de Roger Scruton: El anillo de la verdad. La sabiduría de «El anillo del nibelungo» de Richard Wagner, con buena traducción de Juan Lucas. Roger Scruton, que falleció el pasado 12 de enero, fue un gran pensador británico, brillante y polémico. Este es uno de sus mejores libros. Una defensa del valor (musical, literario, filosófico…) de la Tetralogía, más allá de las taras del personaje Wagner, y rescatándola a la vez de sus seguidores nazis y de sus detractores contemporáneos.
MARTA RIVERA DE LA CRUZ. Consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid. «Fervor de Buenos Aires». Jorge Luis Borges. Emecé, 2007. 78 páginas
Veinticuatro horas antes de que empezase este encierro forzoso, recogí en la pequeña librería de mi barrio una novela que había encargado, Un mal nombre, segundo volumen de la saga Dos amigas, de Elena Ferrante. Diez días después he sido incapaz de concentrarme para seguir las andanzas de Lila y Lenú. Leo poco, leo mal. La cabeza se me va a otras cosas y a otros sitios. Pierdo el hilo de la acción y de la historia. Y ayer, en un intento desesperado de conjurar la maldición, probé el antídoto de la poesía y volví a Borges. Fervor de Buenos Aires ha funcionado.