Por: Milagros Palomares @milapalomares
Hace apenas dos semanas, cuando comenzó el retorno masivo de migrantes a Venezuela, el propio presidente Nicolás Maduro les prometió que los recibiría «con los brazos abiertos y con amor» en los albergues donde pasarían la cuarentena por la pandemia del covid-19. Sin embargo, este miércoles se conoció que tres de esos ciudadanos fueron privados de su libertad por atreverse a hacer denuncias grabando con sus teléfonos celulares.
Según reportó un periodista venezolano, desde Caracas, a una emisora radial de Colombia, el Tribunal Primero de Control del Circuito Judicial Penal del estado Táchira, extensión San Antonio, dictó medida privativa preventiva de libertad a Zuleima Mercedes Sánchez Bermúdez, así como a Jeison Gonzalo Robles Nieto y a Sergio Jesús Ángel, por la presunta comisión de los delitos de instigación al odio y resistencia a la autoridad, tipificados y sancionados en el ordenamiento legal venezolano.
Según las primeras investigaciones, detalla una nota de prensa del Tribunal Supremo de Justicia, en Venezuela, estas personas, mediante la creación y publicación de un video difundido por la red social Instagram muestran un albergue destinado para las personas que apenas llegaban del exterior ubicado en Tienditas, municipio Samuel Darío Maldonado. «En el video se evidencia la instigación al odio y el llamado a la población en general al desacato del decreto emanado por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en virtud de la pandemia del covid-19».
Los migrantes denunciaron en videos que los retornados por la frontera del estado Táchira estaban hacinados, dormían en el piso y les daban comida en malas condiciones.
El director de la ONG defensora de Derechos Humanos, FundaRedes, Javier Tarazona, confirmó al Proyecto Migración Venezuela que en efecto el Gobierno de Maduro ha amedrentado a los venezolanos retornados para que no hagan denuncias sobre el trato que están recibiendo. «A raíz de esto, los están alojando en lugares donde no hay cobertura telefónica ni de internet para que no denuncien. También les quitan los teléfonos celulares para que no graben y la gente vea en las condiciones inhumanas en las que los reciben», denunció.
A través de un audio de WhatsApp, enviado por Tarazona, se escuchó la voz desesperada de una mujer venezolana que retornó la semana pasada y se encontraba en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira: «Aquí uno no puede alzar la voz, ni reclamar nada porque el terminal de pasajeros está minado de paracos y militares del gobierno. Ayer nos alzamos hombres y mujeres y qué nos hicieron, a unos compañeros se los llevaron presos desde ayer a las 6:00 de la tarde y lo soltaron hoy a las 5:30 de la tarde, los hacen pasar por situaciones malas. Ya estando en los refugios tal vez podamos grabar videos», dijo.
Los migrantes provienen de Chile , Perú y Colombia
Precisamente, cansados de los malos tratos que presuntamente recibían por parte de los militares, más de 300 migrantes venezolanos se escaparon este martes de un albergue en la población de La Fría, en el estado Táchira, donde cumplían cuarentena obligatoria. Vecinos de este municipio los grabaron cuando iban caminando en grupos de 10 personas por una zona enmontada. Ellos denunciaron que no les daban agua, ni comida, y que provenían de Colombia, Chile, Perú y Ecuador.
Por su parte, Fredy Bernal, llamado el «protector del estado Táchira» y vocero del Gobierno nacional, les lanzó una advertencia a los migrantes retornados y dijo que van 15 personas detenidas: «Toda persona que haya llamado por video a través de sus celulares a alterar el orden público, a dar muestras de odio y llamar al levantamiento de la población, en este momento están detenidos e imputados por la ley del odio. He ordenado la detención de cada uno de ellos. Ya usted no verá esos videos porque están en la cárcel, no lo vamos a permitir».
