El asesinato de Moïse siguió a meses de protestas sostenidas exigiendo su renuncia después de que se negó a dejar la presidencia, que debía terminar en febrero. Moïse dijo que planeaba modificar la constitución haitiana para permitirle permanecer en el cargo por más tiempo.
(CNN) — Jovenel Moïse fue asesinado en la madrugada de este miércoles durante un ataque armado en su residencia de Puerto Príncipe. Moïse, de 53 años, había asumido la presidencia de Haití en febrero de 2017 luego de un proceso eleccionario tumultuoso que comenzó en 2015 y que había dejado vacante la primera magistratura del país desde principios de 2016.
Empresario del sector bananero, ganó las elecciones presidenciales como candidato del gobernante Partido Haitiano Tet Kale (PHTK).
Sin experiencia en la política, Jovenel Moïse asumió envuelto en una fuerte controversia. Los partidos perdedores no reconocieron los resultados de las elecciones, anuladas en octubre del 2015 y luego aplazadas en tres ocasiones, primero por violentas protestas en las calles y luego por el paso del huracán Matthew.
Moïse ganó la primera vuelta el 20 de noviembre de 2016.
La principal promesa de campaña que había hecho el fallecido presidente fue sacar de la pobreza al país con la creación de millones de empleos gracias a la modernización del sector agrícola y al fomento de las exportaciones.
La esposa de Jovenel Moïse, la primera dama de Haití, también resultó herida en el ataque y sería trasladada a EE.UU. para recibir atención médica.
El camino a la presidencia
Jovenel Moïse asumió la presidencia de Haití el 7 de febrero de 2017, en una modesta ceremonia en la que tomó juramento en una tarima instalada donde estaba el palacio presidencial destruido tras el terremoto del 2010, que dejó más de 200.000 muertos y del que todavía no se recupera el país.
Según el Consejo Provisional Electoral (CEP, por sus siglas en francés), ganó la presidencia con el 55,67% de los votos; seguido de Jude Célestin, de Moïse la Liga Alternativa para el Progreso y la Emancipación Haitiana (LAPEH), con el 19,52% de los votos; en el tercer lugar se ubicó Moïse-Jean Charles, del partido Pitit Dessalines, que obtuvo el 11,04% de los votos. En cuarto lugar quedó Maryse Narcisse, candidata por Fanmi Lavalas, que recibió el 8,99% de los votos.
Moïse llegó al poder con el apoyo del expresidente y cantante Michel Martelly.
Una presidencia marcada por las protestas
Más allá de las expectativas que generó en el inicio de su mandato, la presidencia de Moïse estuvo marcada por las protestas. En febrero de 2019, una serie de revueltas dejó un saldo de varios muertos, heridos y propiedades destruidas.
Los manifestantes protestaban en aquel momento por la inflación y pedían la renuncia del presidente.
«Nunca los traicionaré», dijo Moïse a través de un mensaje en su cuenta de Facebook durante esas protestas, en el que además pidió el apoyo de los haitianos.
Jovenel Moïse, un presidente acusado de desmantelar la democracia
Las críticas se intensificaron a principios de 2021 cuando reclamó un año más en el cargo, lo que provocó protestas en la capital, arrestos y la destitución abrupta de varios jueces del Tribunal Supremo.
La crisis se desató ya que la oposición de Haití entendía que el mandato había llegado a su fin en febrero, pero Moïse argumentaba que merecía más tiempo porque, aunque fue elegido en 2016, solo juró en 2017.
«Escuché a la gente decir que soy un dictador, pero quiero ser claro; tengo un mandato de cinco años y terminaré mi mandato», dijo Moïse en un discurso televisado en medio de esas protestas.
El fallecido presidente dejó además que el mandato del parlamento expirara en enero del 2020, lo que lo llevó a gobernar por decreto desde esa fecha.
“Jovenel Moïse destruyó todas las instituciones, desde el parlamento hasta el gobierno local. Está claro lo que quería hacer. Desafortunadamente, tenemos una comunidad internacional que no apoya la lucha contra este dictador corrupto», dijo en ese momento a CNN el líder de la oposición y exsenador Nenel Cassy.
Si bien las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la administración Biden apoyaban su plan de permanecer en el cargo hasta 2022, los intentos de Moïse de poner fin al debate a nivel nacional adoptaron un tono antidemocrático, según advirtió el Centro de Estrategia y Estudios Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, se hizo eco de Moïse cuando dijo a los periodistas en febrero que «un nuevo presidente electo debería suceder al presidente Moïse cuando termine su mandato … el 7 de febrero de 2022», aunque reconoció tácitamente la democracia paralizada del país. Pero también había instado a Moïse a que permitiera a los votantes elegir un parlamento y «ejercer moderación al emitir decretos».
Moïse ordenó en febrero el retiro de tres de los 10 jueces de la Corte Suprema. En una entrevista con Voice of America, el entonces presidente acusó a los tres de designar la presidencia y dijo que su orden tenía como objetivo evitar que la Corte se involucrara en política.
Moïse dice que le resta un año más en la presidencia de Haití
«Como garante de las instituciones, no podemos permitir que una institución como la Corte Suprema se desvíe de su misión», dijo.«El presidente Moïse no destituyó a los jueces. Solo les pidió que ejercieran su derecho a retirarse», dijo a CNN en ese momento el embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond.
Crisis under Moïse
El descontento de larga data con la economía desigual de Haití y su gobierno ineficaz creció durante el mandato de cuatro años y medio del presidente Jovenel Moïse.
El asesinato de Moïse siguió a meses de protestas sostenidas exigiendo su renuncia después de que se negó a dejar la presidencia, que debía terminar en febrero. Moïse dijo que planeaba modificar la constitución haitiana para permitirle permanecer en el cargo por más tiempo.
“Moïse había estado gobernando por decreto”, explicó Tamanisha John, investigadora de estudios caribeños en la Universidad Internacional de Florida, después del asesinato del presidente . «Cerró efectivamente la legislatura haitiana al negarse a celebrar elecciones parlamentarias programadas para enero de 2020 y destituyó sumariamente a todos los alcaldes electos del país en julio de 2020, cuando expiraron sus mandatos».
Moïse, el sucesor elegido del impopular último presidente de Haití, Michel Martelly, perdió la confianza del pueblo haitiano temprano, según John. En 2017, el primer año de su administración, Moïse estuvo implicado en un escándalo de malversación de fondos en el que supuestamente se canalizaron al menos $ 700,000 de dinero público al negocio bananero que poseía.
Aunque Moïse está muerto, su partido conserva el poder. El primer ministro Claude Joseph, designado por Moïse de forma interina en abril después de que el primer ministro en funciones dimitiera , controla Haití por ahora. El país, dice, está en «estado de sitio».