(CNN) — Primero nos enteramos de que el Departamento de Justicia del expresidente Donald Trump obtuvo en secreto registros sobre las comunicaciones de miembros de la prensa.Luego nos enteramos de que buscaba en secreto datos sobre las comunicaciones de sus enemigos políticos en el Congreso.
Ahora nos enteramos de que buscaba información secretamente sobre las comunicaciones del propio abogado de Trump en la Casa Blanca, Don McGahn.
El matraqueo de revelaciones plantea más preguntas de las que responde sobre por qué el Departamento de Justicia –la agencia federal encargada de defender el estado de derecho de Estados Unidos, independientemente de la política– estaba tan involucrado en los negocios de las personas que el entonces presidente consideraba sus enemigos.
Añada a los años de alarmantes revelaciones públicas de lo que hizo el departamento bajo Trump, la comprensión de que el departamento bajo Biden no ha sido exactamente comunicativo con lo que sucedió bajo el liderazgo anterior.
Los demócratas se están preparando para una investigación a gran escala de todo el asunto. Apareciendo en CNN, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, comparó las citaciones del Departamento de Justicia con la infame «lista de enemigos» del expresidente Richard Nixon.
«Richard Nixon tenía una lista de enemigos. Se trata de socavar el estado de derecho», dijo en «State of the Union» de CNN.
El viernes pasado, antes de que supiéramos que la búsqueda de filtraciones del Departamento de Justicia llegaba al interior de la Casa Blanca, traté de exponer lo que sabíamos y lo que no sobre cómo se estaba utilizando al Departamento de Justicia durante la era Trump.
Pasaron muchas cosas durante el fin de semana, así que volví a hablar con la reportera de crimen y justicia de CNN Katelyn Polantz, así como con Adam Levine de CNN, quien supervisa nuestra cobertura de esta historia, para conocer sus últimas ideas sobre lo que todos debemos entender sobre lo que sucedió aquí. Lo que se muestra a continuación se basa en gran medida en mis conversaciones con ellos.
El patrón es el elemento más preocupante
Lo que vemos es un patrón de pasos de investigación inusuales en lo que parecen ser investigaciones de filtraciones, casi todas involucrando hasta cierto punto a enemigos declarados de Trump, quienes ocuparon altos cargos gubernamentales que generalmente no habrían sido perseguidos tan agresivamente.
Está claro que el Departamento de Justicia estaba buscando en secreto datos sobre las cuentas de una variedad de reporteros, políticos, gente alrededor de los políticos y el abogado de la Casa Blanca. Presumiblemente, los jueces estaban buscando razones de los investigadores para mantener en secreto las citaciones y órdenes judiciales de datos, y los jurados investigadores tenían razones para investigar delitos que merecían citaciones. Simplemente no sabemos quién fue el objetivo de estas investigaciones.
Existe la posibilidad de que los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes involucrados, es decir, los representantes Adam Schiff y Eric Swalwell, ambos miembros de la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes, no hayan sido buscados específicamente con la citación de febrero de 2018. Ahora sabemos que Apple recibió instrucciones de entregar registros de 109 números de teléfono y correos electrónicos. Esa cantidad tan grande sugiere que los investigadores ya pudieron haber extraído los registros telefónicos de un objetivo y estaban buscando determinar las identidades de los números que encontraron. Por otro lado, sabemos que Trump estaba pidiendo investigaciones de filtraciones y declarando a Schiff un filtrador.
Entonces, una pregunta clave para los líderes del Departamento de Justicia ahora es la siguiente: si Schiff y Swalwell no fueron el objetivo de estas investigaciones, ¿por qué el Departamento de Justicia simplemente no sale y dice eso?
Debemos tener cuidado de no agrupar todas estas cosas
Hemos aprendido en rápida sucesión sobre el éxito del Departamento de Justicia en la recopilación de datos sobre reporteros y la búsqueda de información sobre la oposición política que investiga la campaña del presidente y del exabogado de la Casa Blanca Don McGahn. Que hayamos sabido sobre ellos en rápida sucesión no significa necesariamente que estén relacionados.
Sabemos que bajo el primer secretario de Justicia de Trump, Jeff Sessions, el Departamento de Justicia tenía docenas de investigaciones de filtraciones abiertas. (Sin embargo, Sessions fue excluido de las investigaciones que involucraban a Trump y Rusia). CNN también informó que bajo el sucesor de Sessions, William Barr, el Departamento estaba presionando para concluir las investigaciones abiertas.
Al menos algunas de estas investigaciones llevan años
Todas estas citaciones estuvieron bajo la administración de Trump. Estamos sabiendo de ellas ahora porque los secretos de sumario relacionados con ellas caducan al mismo tiempo, o la nueva administración está abandonando los impulsos de investigación.
Pero todas las citaciones a Apple y Microsoft y a las organizaciones de medios que se han divulgado en las últimas semanas fueron para investigaciones sobre eventos en 2017 y 2018, cuando Trump se quejaba públicamente por filtraciones.
Entonces, otra forma de ver todo esto es que el Departamento de Justicia pudo haber recopilado datos sobre las comunicaciones de los miembros del Congreso y del abogado de la Casa Blanca, y luego lo mantuvo en silencio incluso después de que Trump dejó el cargo.
Las quejas públicas de Trump sugieren pero no prueban que está vinculado a las investigaciones
Se supone que el Departamento de Justicia opera independientemente de la influencia política. Lo que hace que estas revelaciones sean tan preocupantes es que se quejó específicamente de las filtraciones a la prensa, y el Departamento de Justicia buscó comunicaciones de la prensa. Se quejó de que los demócratas en el Congreso estaban filtrando y el Departamento de Justicia buscó comunicaciones de los demócratas. Estaba en desacuerdo con McGahn, quien estaba impidiendo que Trump despidiera al entonces fiscal especial Robert Mueller, y un mes después el Departamento de Justicia estaba buscando los datos de McGahn.
Todo eso suena muy mal, pero también es completamente circunstancial. Hay muchas cosas que no sabemos sobre lo que provocó cada uno. El inspector general del Departamento de Justicia investigará.
Nadie quiere asumir la responsabilidad de esto
Sessions dice que no tenía conocimiento de las citaciones de los demócratas de la Cámara. Barr le dijo a Politico la semana pasada que no las recuerda en absoluto, a pesar de que presionó para que se concluyeran las investigaciones de filtraciones pendientes. Incluso trajo a un fiscal de Nueva Jersey para supervisar la finalización de los casos, lo que podría significar cerrar los casos tanto como podría haber sido un impulso para procesarlos.
A pesar de esto, ni Barr ni el ex vicesecretario de Justicia Rod Rosenstein ni nadie más ha profesado tener conocimiento de los esfuerzos para investigar a los legisladores. Si hay que creer en ellos, incluso después de que los investigadores se enteraron de que estaban en posesión de la información de Swalwell y Schiff, no se lo dijeron a los altos funcionarios del Departamento de Justicia ni a los funcionarios. Si nadie interviene para asegurarse de que las protecciones del discurso del Congreso no se manejen mal, esto parecería una violación extraordinaria del protocolo y un posible problema de separación de poderes si los fiscales están operando completamente sin supervisión.
El presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler, anunció el lunes que su comisión abriría una investigación formal sobre la vigilancia del departamento de miembros del Congreso, periodistas y otros.
«Sigue siendo posible que estos casos… sean incidentes aislados. Incluso si estos informes no tienen ninguna relación, plantean serias preocupaciones constitucionales y de separación de poderes», dijo en un comunicado. «El Congreso debe hacer que sea extraordinariamente difícil, si no imposible, que el Departamento espíe al Congreso o a los medios de comunicación. Deberíamos dificultar que los fiscales se escondan detrás de secretos de sumario durante años. No podemos confiar en el Departamento solo para hacer estos cambios».
También el lunes, CNN informó que John Demers, el jefe de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia designado por Trump, se irá a fin de mes como estaba planeado.
Preste atención a las citaciones de los demócratas de la Cámara
Una cosa es buscar la información de los periodistas, que están informando activamente sobre el Gobierno. Otra es buscar información sobre un abogado de la Casa Blanca. Podría haber razones legítimas, potencialmente, para ambos tipos de investigaciones y políticas vigentes que permitieran al Departamento de Justicia llevarlas a cabo. Nos inclinamos más hacia el territorio autocrático de una república bananera cuando los fiscales federales controlan a la oposición política, especialmente a los funcionarios electos en otra rama del gobierno, a través de investigaciones de filtraciones inusualmente agresivas.
Preste especial atención al secretario de Justicia de Biden, Merrick Garland
El secretario de Justicia actual se reunió el lunes con abogados de organizaciones de noticias objeto de citaciones judiciales del Departamento de Justicia de la era Trump. También se reunió con los demócratas de la Cámara de Representantes, incluido Schiff, que estaba entre los demócratas objetivo. La rapidez y transparencia con que Garland pueda dar cuenta de estas investigaciones y las citaciones secretas tendrá mucho que ver con cuán grande termine de ser esta historia.
En un comunicado el lunes, Garland dijo que su vicesecretario ya está trabajando en «sacar a la superficie asuntos potencialmente problemáticos» y prometió «fortalecer las políticas y procedimientos existentes del departamento para obtener registros del poder legislativo».
«Debemos asegurarnos de que se otorgue todo el peso a las preocupaciones sobre la separación de poderes en el futuro», dijo Garland.