Según un archivo secreto recopilado por agentes venezolanos, El Aissami y sus familiares han ayudado a colar a militantes de Hezbolá en el país, han hecho negocios con un narcotraficante y han resguardado 140 toneladas de químicos que se cree fueron usados para la producción de cocaína, lo que ha contribuido a convertirlo en un hombre rico mientras el país se ha sumido en el caos.
De acuerdo con el expediente, El Aissami y su padre, Carlos Zaidan El Aissami —un migrante sirio que alguna vez trabajó con Hezbolá durante sus visitas a su país natal—, buscaron cómo introducir a Hezbolá en Venezuela.
Los informantes les dijeron a agentes de inteligencia que el padre de El Aissami estaba involucrado en un plan para capacitar a miembros de Hezbolá en Venezuela “con miras a expandir las redes de inteligencia en toda América Latina y al mismo tiempo trabajar en narcotráfico”, según los documentos.
Esa información indica que El Aissami ayudó a impulsar ese plan al utilizar su autoridad sobre los permisos de residencia para emitir documentos oficiales a militantes de Hezbolá, permitiéndoles quedarse en el país.
El archivo no especifica si Hezbolá logró establecer su red de inteligencia o rutas de drogas en Venezuela. Pero sí menciona que miembros de esa organización se establecieron en Venezuela con la ayuda de El Aissami.
El exvicepresidente y ministro también colaboró con el mundo criminal de otras maneras: los documentos afirman que su hermano, Feraz, hizo negocios con el narcotraficante más célebre de Venezuela, Walid “el Turco” Makled, y que tenía casi 45 millones de dólares guardados en cuentas bancarias suizas.
Los documentos también muestran que El Aissami tenía vínculos con el narcotraficante, al señalar que emitió grandes contratos públicos a una empresa vinculada a Makled.
Ese año, una empresa subsidiaria de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) intervino en el caso: escribió una carta que decía que podía justificar los químicos encontrados en los almacenes.
En ese entonces no se presentaron cargos contra Makled ni Alaisami. Los documentos de los procuradores parecen mostrar que la urea incluso fue devuelta a Makled, quien aceleró su negocio de tráfico de drogas en Venezuela y en Colombia.
Otras ramas de la familia de El Aissami también buscaban hacer negocios con Makled.
En algún momento antes de 2010, Makled fue buscado por el hermano de El Aissami, Feraz, para que diera una suma considerable de dinero a una compañía de importaciones basada en Panamá, según el informe de inteligencia. El dinero sería usado para adquirir un tanque petrolero para usarlo como parte de un contrato con PDVSA.