Los narcos trabajan más que nunca al amparo del coronavirus, según los agentes especializados en la lucha contra el tráfico de drogas. El último gran cargamento (y el segundo en este mes), 4.200 kilos de cocaína, ha llegado esta mañana a Vigo en un barco mercante con bandera de Togo, donde efectivos de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia Aduanera detuvieron el domingo a 16 tripulantes: “Todos bangladeshies menos un vigués, la garantía”. Ya en tierra, los agentes detuvieron a otras 12 personas, “lancheros” e interceptaron cuatro de sus embarcaciones rápidas (de tres y cuatro motores) en naves pegadas a la costa.
Por Patricia Ortega Dolz / El País
Entre los detenidos hay viejos conocidos para los policías, dos hermanos de la familia Santorum, y el empresario Braulio Vázquez, perteneciente a una familia dedicada al tratamiento del aluminio. Son las segundas generaciones de narcos gallegos, “muy asentadas desde hace una década”, aseguran los investigadores que creen que el narcotráfico, no solo no se ha detenido, sino que “se alija más cómodamente mientras muchas patrullas y efectivos están dedicados a garantizar el cumplimiento por el estado de alarma establecido por la crisis sanitaria”.
El barco cargó la droga en las costas de Venezuela y su destino prioritario era Vigo, “pero con los mercantes lo tienen mucho más fácil porque si ven las cosas mal aquí, les resulta muy sencillo seguir y descargar en Holanda”, explican los investigadores. La llamada operación Donkey, coordinada por el juzgado número 3 de Vigo, continúa. Los agentes están convencidos de que detrás de este envío hay “un grupo fuerte de narcos gallegos”: “Solo hemos cogido a los lancheros pero este cargamento pertenece seguramente a los mismos que enviaron el de hace unas semanas”, sospechan.
A principios de este mes de abril, las planeadoras volvieron a surcar a toda velocidad la ría de Arousa y 3.700 kilos de polvo blanco fueron interceptados por agentes de policía y guardia civil en la llamada operación Lince.
Los agentes que luchan contra el tráfico de drogas, y que vieron cómo a final del año pasado llegaba a la costa gallega el primer narcosubmarino de Europa con 3.000 kilos de cocaína a bordo, se niegan a hablar de un resurgimiento del narco gallego: “Nunca ha parado”, aseguran. “Solo afloran los palos que damos, lo que entra debe de ser mucho más”, señalan. Y advierten: “Ahora, aparte de los mercantes, usan también veleros, aprovechando que ha terminado la época de huracanes y empujados por los vientos alisios”.
1.500 kilos en Málaga
El pasado fin de semana, agentes del Grupo de Respuesta Especializada contra el Crimen Organizado (GRECO) de Málaga detenían a cinco españoles en un apartamento de San Pedro de Álcantara donde almacenaban 1.500 kilos de cocaína preparada para su distribución inmediata. La organización, dedicada a la distribución de la droga, contaba con un vehículo “caleteado” para transportar el estupefaciente. Los arrestados, con antecedentes en el tráfico de drogas, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella.Popular En La ComunidadSponsored