NOTICIA
- Ha sucedido en Grecia, donde los sacerdotes ortodoxos son un poder fáctico, y el Gobierno ya ha pedido que sean retirados
- Durante la pandemia, algunos jerarcas ortodoxos aseguraban que el coronavirus no se transmitía a través de la eucaristía
- «Los movimientos antivacunas son muy activos, con estrategias organizadas y unos 60 millones de seguidores»
Varios sacerdotes ortodoxos griegos de la isla de Creta se niegan a dar la comunión a los fieles que se hayan vacunado, un gesto que no ha gustado al Gobierno griego, en plena campaña para animar a la gente a acudir a los centros de vacunación.
Según los medios locales, estos sacerdotes antivacunas argumentan que con la inyección de los anticuerpos del covid se permite la entrada del anticristo en los creyentes, lo que no les hace merecedores de recibir la comunión. Ante esta afirmación a Iglesia ortodoxa cretense se ha apresurado a señalar que este punto de vista es minoritario y reafirmaron su apoyo a las vacunas
Sin embargo, El Gobierno fue más estricto y solicitó a los jerarcas ortodoxos que fueran más contundentes y retiraran a todos los sacerdotes antivacunas de sus filas para dejar clara su posición sobre la vacunación y evitar una oleada de gente que crea que le están metiendo al demonio dentro.
El gobierno pide a los sacerdotes que ayuden en la vacunación
La semana pasada, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, se reunió con el primado de la Iglesia ortodoxa griega, Jerónimo II, para solicitar su ayuda con el fin de convencer a la ciudadanía de que acuda a los centros de vacunación.
Asimismo, el ministro de Sanidad, Vassilis Kikilias, acudirá la próxima semana, junto con el principal epidemiólogo que asesora al Gobierno, a charlar con los jerarcas ortodoxos para recordarles la importancia de la vacunación y el peligro que supone la variante delta.
Aunque alrededor del 48 % de la población griega ha sido inoculada con una dosis, mientras más del 38 % ha recibido la pauta completa, sigue habiendo municipios donde apenas se alcanza el 3 % de vacunados y casi no hay citas programadas.
Ante esta situación, el Gobierno decidió reclutar a personas influyentes a nivel local, como representantes del comercio o la restauración, pero también actores y curas de la zona, para que animen desde su pulpito o redes sociales a acudir a los centros de vacunación.
Uno más entre los muchos enfrentamientos entre Estado e Iglesia
Este incidente con los sacerdotes antivacunas es uno más entre las constantes tensiones que han enfrentado a la Iglesia ortodoxa, un poder fáctico dentro de Grecia, y al Gobierno durante toda la pandemia.
Durante los primeros meses, algunos jerarcas ortodoxos aseguraban que el coronavirus no se transmitía a través de la eucaristía, un ritual que en Grecia se recibe de una única cucharita de plata que comparten decenas de personas, mientras que otros muchos se negaron a aplicar las medidas sanitarias en los templos o a cumplir el confinamiento durante las fiestas religiosas.