David Rivera fue señalado de recibir más de 5 millones de dólares para presionar a funcionarios del Gobierno a favor de Raúl Gorrín, dueño de la cadena Globovisión
Un gran jurado de Estados Unidos acusó al ex congresista republicano David Rivera de un plan para violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, en inglés) y blanquear fondos para ocultar una trama que buscaba ayudar al empresario venezolano prófugo Raúl Gorrín, según informó este miércoles el Departamento de Justicia estadounidense.
Entre junio de 2019 y abril de 2020, Rivera llevó a cabo un plan para brindar servicios de consultoría y cabildeo a Gorrín, quien fue sancionado en enero de 2019 por el Departamento del Tesoro de EEUU y enfrenta cargos criminales en el país.
Rivera fue acusado “de actuar como agente no registrado de un ciudadano venezolano” y presuntamente recibir más de 5 millones de dólares por sus esfuerzos para presionar a funcionarios del Gobierno de EEUU y blanquear fondos de origen delictivo.
Gorrín, de 56 años y dueño y presidente del canal de televisión venezolano Globovisión, fue agregado a la Lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (Lista SDN) en 2019 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés).
En nombre de Gorrín, Rivera intentó presionar a funcionarios del Gobierno estadounidense, incluido un alto oficial del Poder Ejecutivo, que la Fiscalía no identifica, para que el venezolano fuera eliminado de la Lista SDN.
El ex congresista de Florida, de 59 años, “recibió más de 5,5 millones por estas actividades y deliberadamente no se registró bajo FARA, como lo exige la ley”.
Según los fiscales, Rivera creó empresas fantasma fraudulentas para ocultar y promover sus actividades delictivas. Utilizó nombres asociados con un bufete de abogados y con un funcionario gubernamental para dar la falsa apariencia de que las empresas fantasma eran legítimas, detalla un comunicado del Departamento de Justicia.
La demanda precisa que el funcionario ni el bufete “sabían que Rivera había creado empresas fantasma a su nombre”.
“Rivera utilizó el dinero que recibió de sus actividades delictivas para pagar a personas que lo ayudaron en sus esfuerzos por hacer lobby con altos funcionarios del gobierno en nombre de Gorrín, incluso haciendo pagos a través de una de las empresas fantasma”, según la acusación.
En octubre pasado, Gorrín fue acusado de lavado de 1,2 millones de dólares obtenidos de manera corrupta de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) a cambio de pagos de sobornos a funcionarios venezolanos.
El venezolano ya había sido acusado en agosto de 2017 en el distrito sur de Florida de un cargo de conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), otro de conspiración para cometer lavado de dinero y nueve más de lavado de dinero.
Y Rivera, miembro de la Cámara de Representantes de 2011 a 2013, fue detenido en 2022 en otro caso por presunta corrupción debido a la firma de un contrato con una filial estadounidense de PDVSA por un valor de 50 millones de dólares.
(Con información de AFP y EFE)